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Leyendo a la sombra

Cinco miradas de Almudena Grandes

Cinco miradas de Almudena Grandes Francis Bacon pintó Retrato de George Dyer en el espejo en 1968. En él vemos a un hombre sin rostro, mirándose en un espejo que le devuelve su cara partida en dos. Bacon pintó el cuadro unos cinco años después de iniciar una relación con el modelo y tres antes de que este pusiera fin a su vida en el baño de un hotel de París. Ese retrato es la indagación del autor sobre el personaje, y el propio Bacon lo expresó claramente: «La pintura constituye en sí su propio lenguaje, y cuando hablamos de ella, estamos realizando una traducción inferior.» El retrato es para el pintor algo más que la representación de un sujeto que posa, es una forma de conocimiento, de indagación, y no una mera forma de representación.
La lectura de los cinco relatos —o, si lo prefieren, cinco breves novelas— de Almudena Grandes que integran Estaciones de paso, su último libro publicado, me ha traído a la memoria el cuadro de Bacon. Creo que la escritora utiliza estos cinco relatos para realizar una indagación en los respectivos personajes protagonistas, de tal manera que el lector debe trascender la anécdota narrada (ver) para lograr la captación de la dimensión auténtica de lo narrado (mirar).
De la misma manera que Bacon pintó el retrato años después de conocer al modelo, en estos cinco relatos o nouvelles son los protagonistas quienes cuentan en primera persona un episodio de su pasado que tuvo un valor significativo en lo que luego fueron sus vidas. Es decir, desde su presente el narrador refiere un acontecimiento que de alguna manera cambió su existencia, con lo que la mirada al pasado nos da, como en el cuadro, la cara dual del personaje: presente y pasado vienen a configurar una sola visión que el lector ha de recomponer en su lectura.
La mirada del narrador encauza la del lector en un recorrido sobre lo cotidiano y sencillo, pero no por ello menos sorprendente. Y no hay demérito en el empleo del adjetivo sencillo. Tal vez a algunos lectores estos relatos les parezcan materiales para una obra más que una obra misma, pero, como decía Proust, el artista original procede igual que los oculistas, que al concluir el tratamiento, le dicen al paciente: «Ahora mire», y el paciente ve repentinamente con claridad. Pues eso es exactamente lo que sucede con este libro de Almudena Grandes.
La lectura de estos cinco relatos no defraudará al lector más exigente, si bien es cierto que no todos están a la misma altura. El lector es, en última instancia, el que decide.
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Almudena Grandes, Estaciones de paso. Edit. Tusquets. Barcelona, 2005. 287 páginas

4 comentarios

Gatito viejo -

Gracias ,lector a la sombra , si "es ,simplemente , literatura " sé que tendré que leer la novela porque tengo la certeza de que me gustará .Saludos

El lector a la sombra -

Si quieres leer algo realmente bueno de esta autora, tiene una novela que considero de mucha calidad: Los aires difíciles. Es, simplemente, literatura.

Gatito viejo -

"Estaciones de paso de Almudena Grandes no lo he leído,pero voy a hacerlo . Hace tiempo leí "Malena es un nombre de Tango " y me gustó Creo que Almudena escribe bien y después de leer tu reseña me voy a animar con su nuevo libro .Saludos

Un indeciso -

He visto este blog recomendado en literaturas.com y me he pasado por aquí.
Me ha parecido bastante interesante, incluso los otros blogs que aparecen en los enlaces también. Volveré, creo.