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Leyendo a la sombra

Niccolò Ammaniti, Tú y yo

Niccolò Ammaniti, <em>Tú y yo</em>

   

Niccolò Ammaniti, Tú y yo. Traducción de Juan Manuel Salmerón

Edit. Anagrama. Barcelona 2012. 131 páginas, 14,90 €

 

    Sucede a veces que al doblar una de las esquinas de la vida uno se da de bruces con un hecho que le cambia, lo transforma para siempre. Tal vez en ese instante no se es capaz de comprender el alcance de lo que ha ocurrido, acaso se necesita un tiempo para que los efectos se manifiesten y darse cuenta de que algo ha cambiado en uno, de que ya no eres igual al que eras, como si otro yo empezara a asomar la cabeza y te dijera: “¡Eh! Estoy aquí, y he venido para quedarme”.

    No creo que sea fácil contar bien una  de esas historias en  131 páginas, y hacerlo de una manera convincente que no te deje indiferente. Y eso es exactamente lo que ha hecho Niccolò Ammaniti en Tú y yo, su última novela publicada por Anagrama.

    La historia está narrada en primera persona por Lorenzo Cavani, un hombre que está tomando un café y rememora un episodio que le sucedió a los catorce años. En febrero de ese año se inventa una invitación a esquiar con unos amigos del instituto, pero lo que realmente hace es encerrarse en el trastero con su consola de videojuegos y provisiones para pasar solo una semana, lejos de los amigos que no tiene y sus padres, que están muy preocupados por que su hijo sea un chico normal.

    Lorenzo se las promete muy felices en su trastero, amplio, con muebles viejos, cajas de libros y cachivaches de mil clases, encantado de su soledad pero su pequeño mundo al margen se ve de pronto invadido por su hermanastra Olivia, a la que hace años que no ve y apenas recuerda y que se presenta en un lamentable estado  pidiéndole ayuda. Lorenzo intenta seguir en su mundo, en su burbuja, pero poco a poco empieza a surgir una relación entre los dos hermanos y el chico empieza a entender lo que le sucede a Olivia y le hace enfrentarse al mundo real.

    Aunque en un primer momento no sabemos qué le sucede a Olivia, poco a poco lo vamos descubriendo y no hace falta que el narrador vaya más allá.

    Tú y yo es un relato sobre el final de la adolescencia, sobre la soledad, la esperanza y el fracaso. La novela se lee casi sin sentir, como una lectura leve que poco a poco va desvelando sus matices, como sin querer, como esa cucharada que paladeas y poco a poco se adueñan de tu boca los sabores y matices que algún día recordarás.

    La empecé a leer anoche, en la cama. Hacía mucho calor y la ventana abierta me traía apenas el rumor de los escasos paseantes que recorren las calles de la judería de Toledo a la luz de las farolas. Pasos tranquilos y conversaciones en idiomas diferentes al mío.

    Cuando quise darme cuenta, me faltaban apenas diez o doce páginas para terminar la novela. Decidí entonces interrumpir la lectura y dejar el final para el día siguiente. Sí, pensé, es una buena decisión, mañana domingo tengo dos propuestas interesantes: terminar el libro y ver la final olímpica de baloncesto entre España y Estados Unidos.

    Dejé el libro cerrado en la mesilla y me levanté a beber agua. Me asomé a una de las ventanas del comedor desde la que se puede divisar una parte de la ciudad. La luz lechosa de las farolas ilumina las calles vacías, el empedrado del suelo parece diferente. En la oscuridad los muebles de la habitación revelan sus contornos. Me siento a oscuras en la butaca de mi padre. Cierro los ojos y me dejo llevar por los vericuetos de los recuerdos. Por un instante pienso qué recuerdo seré yo algún día en la memoria de mis hijas.

    Vuelvo a la cama y pienso cómo acabará la novela. Creo que a alguno de mis alumnos esta lectura les va a gustar. Tú y yo es un  buen libro, una buena historia bien contada, que pondrá en marcha los reflejos sentimentales del lector. Merece la pena leerla y habrá que estar atentos a este autor.

    Bertolucci ha rodado la versión cinematográfica de esta novela.

    Entrevista al autor en El Cultural del diario El Mundo.


 

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