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Leyendo a la sombra

Ignacio Echevarría, Desvíos

Ignacio Echevarría, <em>Desvíos</em>

Ignacio Echevarría, Desvíos.

Ediciones Universidad Diego Portales. Santiago de Chile, 2007.

250 páginas. 26 €.

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    Ya se ha hablado en alguna ocasión en este blog de Ignacio Echevarría (vid. el artículo Novela, mercado y el nuevo concepto de lector, del 3 de junio de 2005).

    Como bien saben, Echevarría protagonizó muy a su pesar uno de los escándalos periodísticos de los últimos años con su salida intempestiva del suplemento “Babelia”, del diario madrileño El País, en diciembre de 2004 ( aquí pueden leer la carta que el crítico dirigió a Lluís Bassets, por entonces director adjunto del diario y otros textos útiles apara la comprensión del caso). Si hacen un poco de memoria, recordarán que todo el asunto tuvo su origen en una reseña que el crítico publicó en Babelia sobre la última novela de Bernardo Atxaga, El hijo del acordeonista.

    En dicha reseña, Echevarría empezaba diciendo que “le resulta difícil al crítico reponerse del estupor que suscita la lectura de esta novela. Cuesta trabajo creer que, a estas alturas, se pueda escribir así. Cuesta aceptar que, quien lo hace, pase por ser para muchos, mascarón de proa de la literatura de toda una comunidad, la del País Vasco, cuya situación tan conflictiva reclama, por parte de quien se ocupa de ella, el máximo rigor y la mayor entereza”.

    Lo cierto es que, polémicas aparte, Echevarría, uno de los críticos más solventes e independientes de la actualidad, y supongo que más que harto de todo este asunto, últimamente publica sus textos en la Revista de Libros del diario El Mercurio, de Santiago de Chile.

    Esa estancia por tierras de Hispanoamérica ya ha dado sus frutos. Se acaba de publicar un nuevo libro de este autor que de alguna manera viene a completar al anterior (Trayecto. Edit. Debate, Barcelona 2005). Este nuevo texto, titulado Desvíos. Un recorrido crítico por la reciente narrativa latinoamericana, ha sido publicado por la Universidad Diego Portales en la colección “Huellas”, y consta de un ensayo inicial, titulado “Una narrativa sin territorio”, un conjunto de reseñas de obras de autores latinoamericanos, todas ellas publicadas en el suplemento “Babelia”, un grupo de columnas y  artículos  sueltos publicados en la prensa chilena y tres conferencias: “Bolaño extraterritorial”, sobre Roberto Bolaño; “Un escritor mutante”, sobre Rodrigo Fresán; y una sobre Nicanor Parra.

    Creo que el criterio del editor a la hora de agrupar los textos confunde al lector y no aporta la información propia de una publicación como esta. El libro se articula en cuatro grandes bloques, precedidos de una introducción a cargo de Roberto Brodsky y una nota del autor, en el primero de los cuales se entremezclan las reseñas y las conferencias. En ninguno de los textos se hace referencia a su procedencia, y no aparecen ni la fecha de publicación ni el medio en el que se publicaron. Tampoco se precisa el ámbito y la fecha en que se dieron las conferencias. Sin embargo, sí hay un índice de los autores y libros comentados, así como un completo índice onomástico (éste, por cierto, se echaba de menos en Trayecto).

    Si el lector ha seguido la trayectoria del autor y leyó su anterior obra, se sentirá encantado de visitar este nuevo territorio, especialmente con los textos del último bloque, el IV, dedicados al oficio del crítico, muy reveladores del pensamiento y la actitud del autor, y con títulos muy significativos: “Los caníbales los prefieren jóvenes”, “Crítica y dolor”, “Crítica y dureza”, “Trece” y “Crítica y autoridad”. Todos ellos fundamentales para entender el posicionamiento de Echevarría y su actitud ante la literatura y un excelente colofón a todo lo anterior. En este sentido, el autor creo que no defrauda, no hay desperdicio ninguno.

    Y si ustedes al leer literatura creen, con el autor, que “lo propio de la literatura es sondear lo inhóspito, y nuestra obligación como lectores es ser hospitalarios con ello'', y están con Walter Benjamin en que “la crítica es una cuestión moral (…). En las manos del crítico, la obra de arte es el arma blanca en el combate de los espíritus”, este libro no les defraudará y les deparará buenos ratos de lectura e interrogantes. ¿Quién da más? 

1 comentario

Palimp -

Con lo que me gustó Trayectos, imagino lo que me gustará Desvíos. Gracias por la noticia, porque no sabía que estaba en el mercado.