Blogia
Leyendo a la sombra

Va de reto

En grave empeño ando últimamente metido con mis alumnos de 2º de Bachillerato: que lean estas vacaciones de Navidad Expiación, la excelente novela de Ian McEwan, de la que ya dije algo en este blog (Las lecturas del lector a la sombra).

El asunto surgió a raíz de la lectura de una de las obras obligatorias de este curso, Pepita Jiménez, de Juan Valera; una novela decimonónica que alternado una estructura epistolar y un narrador convencional en tercera persona nos cuenta cómo el joven seminarista don Luis de Vargas se enamora en unas vacaciones de verano de la joven y apuesta viuda Pepita Jiménez. Don Luis sucumbe al poder del amor humano y se pone en evidencia su falsa vocación sustentada en el orgullo, la terquedad y un misticismo superficial. Es esta una lectura digamos técnica: en este curso se estudia la novela realista del siglo XIX en España y se analiza críticamente esta obra en sus aspectos formales y temáticos más relevantes.

No se me escapa que esta novela puede quedar hoy lejos del mundo y de los intereses de alumnos y alumnas de 18 años, si bien es cierto que, como todo buen texto, indaga en los intersticios del ser humano aunque dándonos una visión edulcorada y amable de una pasión amorosa. Otros autores de la misma época dieron perspectivas distintas de lo mismo: Galdós en Fortunata y Jacinta y Clarín en La Regenta, por citar los ejemplos más relevantes.

No obstante, intenté animarles con el mayor énfasis a leer esta novela de Valera, pues cada vez que abrimos un libro entramos en un territorio del que desconocemos cómo vamos a salir, si con la conciencia intacta, o alterada, satisfechos, decepcionados, dubitativos, conocedores... En fin, los libros nos ofrecen un pequeño mundo que se va construyendo en la lectura y que vamos construyendo nosotros en ella. Los lectores construimos los libros, es cierto, pero también los libros nos construyen —y destruyen— a nosotros. Los libros no son la vida, pero nos ayudan a entenderla, nos la agrandan, nos la magnifican, a veces la dotan de sentido.

Pues bien, sentadas estas premisas, comentamos Pepita Jiménez en clase. Rehúyo en estos casos, aunque no siempre lo consigo, apreciaciones exclusivamente subjetivas (me ha gustado/no me ha gustado) y me limito a analizar críticamente el texto, desbrozando los aspectos temáticos más importantes, analizando el personaje principal, la forma, el estilo, y explico el sentido de la novela enmarcándola en su época. Pero es inevitable que surjan en los alumnos opiniones valorativas sobre la novela; bienvenidas sean si se apoyan en el propio texto o en una interpretación analítica del mismo producto de una lectura atenta. Hubo para todos los gustos y opiniones. Escuché a todos los que quisieron o tuvieron algo que decir y entonces les dije: muy bien, ya conocéis varios ejemplos de la novela decimonónica (en cursos anteriores habían leído Misericordia o Doña Perfecta, de Galdós), ¿por qué no leéis ahora una novela actual, reciente, que utiliza procedimientos realistas y los combina con soluciones técnicas propias de la novela del siglo XX? ¿Por qué no leéis una novela que articula en su interior un mundo complejo y sutil, una novela que contiene la pura aventura de leer? ¿Por qué no leéis una gran novela, una de esas novelas que nunca te dejan indiferente, que te cambian como lector? Eso es exactamente lo que creo que vais a encontrar en Expiación, de Ian McEwan. Pero para comprobarlo, tendréis que leerla.

Y ahí, en ese punto, y así, de esa manera, quedó la cosa. Me pregunto quiénes de mis alumnos habrán recogido este guante. La respuesta, a la vuelta de vacaciones, ya en enero...

(Por favor: no nos instalemos en el escepticismo)

.

8 comentarios

Magda -

Expiación es, en mi opinión, la mejor, o una de las mejores de McEwan. En lo personal, el uso metaficcional me es muy atractivo.

McEwan es de mis autores preferidos.

Muchos saludos.

Portorosa -

Gracias, Lector.

Gatito viejo -

"Expiación" de McEwan es una novela magnífica, tienes razón. Estupendas las razones que das a tus alumnos para que la lean y seguro que más de uno ha decidido hacerlo.Puede que alguno no lo haga de forma inmediata,pero sí a largo plazo.Las recomendaciones suelen ser tenidas en cuenta.Siempre hay alguien que además de oír, escucha.
Saludos, ¡Felices Fiestas!

El lector a la sombra -

Portorosa, Expiación de McEwan te va a ecantar.
Respecto al título de referencia sobre las navidades en el distrito ario, es este:
Voces del gueto de Varsovia, edición de M. Grynberg. Editorial Alba.Barcelona 2004. 452 páginas. 22.80 €.

Portorosa -

Pues yo no la he leído, confieso, así que la añadiré a la lista de títulos que me han pedido para Reyes.

Oye, no quiero ser coñazo, pero ¿no hay, definitivamente, un libro de referencia del post sobre las navidades en el distrito ario? Gracias.

Zuriñe -

Gracias por tu lectura de mi gusanillo. Claro que he leído a McEwan, DeLillo, Coetzee, y demás y más. Expiación es maravillosa, también lo es "amor perdurable" yo las leí en inglés y es aún mejor. Sigue dando consejos a tus alumnos para leer, yo también lo hago desde la otra bitácora para regalar libros. Los libros son vida, y la vida sin libros no es. Abrazos y Feliz Navidad

El lector a la sombra -

Por ahí va la cosa, que se enganchen, que el texto les succione, que les arrebate, que caigan en poder de la buena literatura y no sean capaces de resistirlo...
(¿Me he puesto demasiado trascendente? ¿Utópico, tal vez?)

Grial -

"Expiación" de Ian McEwan es uno de los mejores libros que he leído, no creo que una vez empiecen el libro sean capaces de dejarlo de lado ;)
Hace poco leí "Sábado", su último libro y realmente es un autor que no defrauda ;)
Un beso :)