Un fracaso esperanzador
Ya saben que teníamos pendiente el tema de la lectura de Expiación que les propuse a mis alumnos de un grupo de Bachillerato, cuyas edades oscilan entre los 17 y los 18 años, (Vid. Va de reto, 26/12/50).
Pues bien, el oxímoron del título de este comentario viene a ser una definición adecuada del resultado: el grupo consta de 25 alumnos y cuando el primer día de clase después de las vacaciones navideñas les pregunté por la lectura de la novela levantaron el brazo dos alumnas y un alumno, o sea, tres personas.
No está mal, pensé, podían haber sido dos, o una, incluso hasta podía no haber encontrado a ningún lector. Me pregunto ahora si podríamos describir a esta “minoría” como lectores maduros pese a su juventud, ¿por qué no? Desconozco lo que estos alumnos leen, pero también desconozco lo que les impulsa a leer, lo que buscan en los libros. Pero en fin, ahí estábamos cuatro lectores de una excelente novela, tres de los cuales se van a terminar convirtiendo, seguramente en buenos lectores. Cada uno de nosotros ha leído la misma novela y, sin embargo, todos hemos leído una novela distinta. Cada uno hemos encontrado nuestro sentido al texto, y se lo hemos dado en la lectura, y eso nos une como a cofrades de una extraña cofradía. Ahora sabemos que tenemos algo en común. Quizás nos hayamos acercado a la novela por motivaciones diferentes, pero todos probablemente nos hemos emocionado con el discurrir de las vidas que narra la novela. Y en ese discurrir hemos vivido más tiempo, porque como bien sabemos por los sueños y por las novelas, en poco tiempo real cabe muchísimo tiempo imaginario.
Leyendo novelas como éstas nos prevenimos contra la brevedad de la existencia en nuestro cuarto de estar, bajo una lámpara o recibiendo la luz que entra por la ventana. Ahí, en su sillón de lectura, estos jóvenes lectores se han convertido en espectadores de otras vidas, al mismo tiempo que se van preparando para entender la suya.
Tres lectores. Por algo se empieza.
10 comentarios
inma -
El lector a la sombra -
sol -
Portorosa -
¿Y para cuándo un empujón al blog, Lector?
Meritxelgris -
Un abrazo.
Grial -
Felicitaciones a ti y a esos tres alumnos ;)
Un beso :)
Portorosa -
Gatito viejo -
Palimp -
Quizá algún día sean cuatro.
Un saludo.
Vailima -
Un abrazo