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Leyendo a la sombra

La envidia

"¡Oh envidia, raíz de infinitos males y carcoma de las virtudes! Todos lo vicios, Sancho, traen un no sé qué de deleite consigo; pero el de la envidia no trae sino disgustos, rencores y rabias." (Quijote II, 8).
De la envida ya dijo Borges que es el vicio español, y apuntaba que llamamos a lo bueno “envidiable”. Para Bertrand Russell es, después de la preocupación, una de las causas más poderosas de infelicidad, y una de las pasiones humanas más universales y arraigadas (1).
Cierto es, como afirma Don Quijote, que la envidia es un vicio que no da placer. Se envidia lo que se ve, pero con una mirada, un enfoque determinados, precisos, sobre lo inmediato; por eso envidiamos a seres próximos, cercanos, del entorno. La envidia no opera sobre abstracciones, sino sobre lo concreto: el nuevo coche del vecino, la casa de ese compañero de trabajo, al primo al que le ha tocado la lotería. La envidia tiene que ver con el entorno, no envidiamos a un potentado alemán, no, está demasiado lejos. Lo inmediato es ese vecino, ese compañero, ese primo.
La envidia, un vicio triste, tiene una falsa cara alegre: nos alegra la desgracia del vecino o del compañero de trabajo... Su fracaso es una parte de nuestro pequeño triunfo.
Tal vez fue la envidia la que llevó a Enric Marco (ver 14/5/2005) a inventarse una vida que nunca tuvo y deseó tener, que nunca vivió pero deseó haber vivido, la parcela de gloria que tienen los presos españoles republicanos que estuvieron en los campos de concentración alemanes. El estatus “envidiable” que no pudo resistir. Por eso inventó cosas pequeñas, corrientes, nunca heroicidades. Lo corriente, lo de los demás, lo que le pasó a cualquiera. ¿Por qué yo no? se dijo un día este hombre, ¿por qué ellos y yo no? Y el ovillo de la mentira fue creciendo. Incluso este hombre llegó a ser una persona envidiable.
¿Podemos estar seguros de que no haya otros como él?

(1) Bertrand Russell, La conquista de la felicidad

1 comentario

Meritxell -

Hola cuánto tiempo sin entrar por aquí. Qué buen post. Ya leeré más despacio todo lo que tienes escrito, qué "envidia sana"...Jejeje
Ah mi nuevo blog de La coctelera.Ese sí que es fácil de crear de cara a los alumnos,es facilísimo y funciona mucho mejor que cualquier otro de los que he probado. Te lo recomiento.Luego te envío un e-mail.
Un abrazo de Meritxell.